Ruta del Imperio Austrohúngaro 2021
Como era de esperar, con la noche de tormentas que habíamos tenido, la mañana no iba a ser mucho mejor. Al menos, la lluvia había cesado, y había visibilidad, por lo que desayunamos, cargamos la moto y nos despedimos de nuestros huéspedes. Lo primero era bajar el puerto, esta vez hacia Arabba. Con mucho cuidado, eso si, pues la carretera estaba bastante mojada, y las riadas de agua habían arrastrado arena, gravay piedras a la calzada en muchos puntos.
Ya en Arabba, elegimos la ruta por el Passo Campolomgo, que nos levaba al valle de Alta Badía. Llega os bien a Corvara, e incluso el tiempo nos respetó hasta La Villa… pero a partir de ahí, se abrieron los cielos. Un intenso aguacero nos acompañaría hasta que en algún lugar al pasar San Lorenzo di Sebato nos paramos ya cansados y fríos. Nos tomamos un Apfelschorle para calmar la sed, y ya dentro del local, un licor de huevo caliente con nata, para subir la temperatura corporal.
Ya un poco recompuestos volvimos a ponernos en marcha, todavía acompañados por la lluvia hasta las inmediaciones de las Drei Zinnen, las 3 Cimas de Lavaredo, que no pudimos ver por la nube que las envolvía. Cruzamos la frontera con Austria en Prato alla Drava y seguimos conduciendo hasta que el hambre y la hora nos aconsejaron pararnos en una cervecería al pie de la carretera, ya entrando en la ciudad de Lienz. Menú germánico de Gulasch y cerveza para volver a ponernos a todo, y afrontar el tramo que nos faltaba.
Abandonamos Lienz en dirección este, pero poco a poco fuimos tomando orientación norte. La carretera volvía a ascender serpenteante, entrando en territorio del estado federal de Carintia, y en un momento dado, de nuevo comenzamos a reconocer la carretera. estábamos camino de Heiligenblut, zona que ya conocíamos por haber estado esquiando en febrero de 2017, y lugar donde comenzaba el reto del día: la Großglockner-Hochalpenstraße. Se trata de la carretera alpina a mayor altitud de Europa, que cruza desde Heligenblut, en el estado de Carintia hasta Zell am See, en el estado de Salzburgerland, cruzando a una altitud de 2.504 metros.
Pagamos el peaje de 27,50€ de la ruta e iniciamos el ascenso. La lluvia nos respetaba desde que salimos de comer y así alcanzamos la rotonda que nos desviaría momentáneamente de nuestra ruta al punto más espectacular del día: el Kaiser-Franz-Josep-Höhe, un imponente mirador al Großglockner, el pico más alto de Austria y al glaciar Parterze, una descomunal lengua de hielo de 8,4 kilómetros. Su avance es de 15 metros al año, por lo que una partícula de agua que inicie el recorrido en el circo glaciar, tarda alrededor de 560 años en recorrer toda la lengua.
La mala noticia es que el glaciar, a su vez, tiene un retroceso de unos 10 metros al año debido al aumento global de las temperaturas, y se estima que su volumen se ha reducido a la mitad desde que se iniciaron las mediciones en 1851.
Nos entretuvimos un buen rato en admirar el entorno, pero la temperatura de 5º no invitaba a quedarse demasiado rato. Volvimos a ponernos en marcha, deshaciendo camino, y al llegar a la rotonda dónde nos habíamos desviado, la lluvia comenzaba de nueva. Sufrimos un penoso ascenso, sin poder disfrutar de las vistas y ateridos de frio, hasta el Hochtor Pass, el túnel que marca el punto mas alto del puerto. Al otro lado, el panorama era todavía peor. El descenso, sin visibilidad y con viento era de un ritmo mucho más lento de lo deseado, pero la seguridad primaba. En las últimas pendientes la fatiga visual era ya muy notable debido a la intensa niebla, y no fue hasta alcanzar el fondo del valle que el paisaje se comenzó a despejar, al tiempo que cesaba la lluvia. A buenas horas…
Ya solo nos quedaba llanear por el valle unos 10 o 12 kilómetros hasta alcanzar Haus Brunhilde, nuestro alojamiento para esa noche. Misión cumplida, habíamos franqueado la Großglockner-Hochalpenstraße, con más pena que gloria, pero sanos y salvos, y dispuestos a seguir camino al día siguiente.
Gyroskopia 