Etapa 18: Montaillou – Benasque

Ruta del Imperio Austrohúngaro 2021

Hoy es un día especial. Después de varias semanas volveremos a entrar en España y además veremos de nuevo a gente conocida. Mi amigo Manuel lleva tiempo planteándose cambiar su BMW R1200 ST, y la Yamaha Tracer es una posible candidata. Hace poco estuvieron en Galicia él y Carme, su mujer, pero finalmente no pudieron probar a Lipizzana, ya que justo unos días antes la tuvimos que cargar en el transporte que la llevó a Milán para iniciar este viaje. Pero como lo prometido es deuda, haríamos todo lo posible para pasar por Benasque, donde tiene su casa de vacaciones, para que la pudiesen probar. Y ese día había llegado.

Después de un buen desayuno en La Caminada Vielha nos echamos a la carretera. La niebla seguía en el lugar que la habíamos dejado la noche anterior, y según ascendíamos el Col du Chioula, nos íbamos metiendo en ella. Isa, más friolera (pero más previsora) iba bien abrigada; yo, en cambio, me iba pelando de frío. Superamos el puerto y el tiempo vuelve a mejorar camino de Ax-Les-Thermes, desde donde inmediatamente la carretera vuelve a picar hacia arriba, camino de un nuevo país en la ruta: Andorra.

Entramos en el Principado por el Pas de la Casa. La niebla es cada vez más densa, al igual que el tráfico, este producto de los controles aduaneros, probablemente para controlar las compras de alcohol y tabaco. No nos cortamos y nos filtramos entre los coches para pasar el control, que ni nos mira. Desechamos la opción de cruzar el túnel de peaje y sumamos un nuevo puerto a nuestro currículum, el de Envalira. Nada más pasarlo, la niebla se esfuma como por ensalmo, y toda la extensión del pequeño país pirenaico se abre ante nosotros. Grau Roig, Soldeu, El Tarter, Canillo, Encamp… seguimos transitando territorio conocido, esto también lo hemos recorrido en invierno sobre el manto níveo que lo cubría.

Cruzar Andorra es un poco tedioso, la verdad. Mucho tráfico, glorietas a montones y velocidad reducida. Poco antes de Andorra la Vella paramos en una gasolinera para repostar aprovechando el carburante más barato y seguimos adelante. A la salida del país por Sant Julià de Lòria, de nuevo nos encontramos retenciones en el puesto fronterizo, y con el mismo nivel de atención sobre nosotros: ninguno. Seguimos carretera adelante y el tráfico se va despejando, al igual que ha hecho el cielo. Se va quedando un día fantástico para rodar en moto, y al pasar la Seu d’Urgell y desviarnos hacia Sort por la N-260, la carretera se queda para nosotros. 50 kilómetros de curvas con buen asfalto por delante, pasando por el Port del Cantó.

Llegamos a Sort y paramos a descansar, tomar algo y despojarnos de los forros interiores, que no parecen ya necesarios. Nos sentamos en la terraz del bar y en la mesa de al lado vemos una Estrella Galicia… Camarero, 2 de esas, por favor!!! Nos duran un suspiro.

Por estos lares nos movemos en invierno

Decidimos seguir hacia el Valle de Arán. De esa forma, podremos pasar por delante de la Bruixa d’Or, la famosa Administracion de loteria y comprar algún décimo para Navidad. Inmediatamente nos sacamos la idea de la cabeza a la vista de la cola que hay en la puerta. Seguimos adelante por la carretera C-13, a ritmo endiablado por su trazado amplio y de buen piso. A la altura de Esterri d’Aneu se transforma en C-28 y empieza a contorsionarse camino del Puerto de la Bonaigua. Alcanzamos un grupo de 7 u 8 motos, pero en seguida avivan el paso y nos vuelven a meter distancia; ellos van más rápidos, descargados de y de uno en las motos. Pero es divertirlo verles pasar uno o dos niveles por encima de nosotros.

Conforme nos acercamos al collado, arrecia el viento. Negociamos las últimas curvas con cuidado, y tenemos oportunidad de ver con calma esas pistas donde tantas veces hemos esquiado. Camino del valle vamos pasando Baqueira, Salardú y en Artiés nos detenemos, el pueblo donde solemos alojarnos. Aquí conocemos un lugar donde comer, la Sidrería Casa Pau; es otro de los alicientes que nos ha motivado a venir cruzando el valle, y también nos falla. No está mal la comida, pero la atención es pésima; servicio lento hasta la extenuación unas ganas de atendernos como de arrancarse las muelas en vivo. Pedimos la cuenta y nos vamos.

Isa necesita artículos de farmacia, pero no hay ninguna abierta en Vielha, así que empezamos a subir por la carretera N-230 hasta el túnel que nos saca de este extraño valle que en realidad debería pertenecer a Francia. En Les Bordes cambiamos la N-230 por la N-260 en dirección oeste. Nos llevará a pasar el Puerto de Fadas, desde donde bajaremos hasta Castejón de Sos. Ya estamos el en valle de Benasque, al otro lado del Aneto y de las Maladetas de donde estábamos hace un rato. Subimos hasta Benasque, a por las cosas de farmacia de Isa y retrocedemos hasta donde viven de Carme y Manuel.

El valle de Benasque

Nos reciben en su bonita casa pirenaica, y nos invitan a instalarnos. Manuel insiste en que nos quedemos una noche más, para poder probar la moto con con más calma; para hoy nos tiene reservado un plan distinto. Un plan que nos romperá un poco los esquemas. Ellos usan, desde hace un tiempo, bicicletas de montaña eléctricas, y nos persuaden para probarlas, sabiendo que son un artilugio por el que Isa siente curiosidad. Yo me habría conformado con una vuelta por la urbanización, pero Manuel insiste en ir al monte. El lleva otra bici, la vieja, y nosotros las 2 Specialized Turbo Levo de pata negra. Le seguimos, y nos llevamos una descomunal sorpresa con estos inventos. Sin ninguna preparación subimos por caminos que ni soñaríamos con una convencional, incluso con meses de preparación. Si bien el ejercicio es menos intenso, estas bicicletas permiten disfrutar de ellas y de la naturaleza mucho más tiempo, abriendo las posibilidades de uso. Maldita sea, que poco ha hecho falta para convencernos…

Volvemos a casa con el sol ya más bajo que el horizonte y guardamos las bicicletas con la cabeza dando vueltas. Carme y Manuel también nos han convencido para quedarnos una noche más, y llevarnos mañana a conocer el valle. Cenamos comida casera, muy rica, como hacía semanas que no probábamos. Con energías repuestas nos vamos todos a dormir, impacientes por el programa del día siguiente.

La rueda trasera ha sufrido un severo castigo hoy…

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